Al no encontrar nada en mi memoria sobre inmigración en España que merezca la pena aparecer aquí, me acordé de un discurso del primer ministro australiano que leí hace una temporada:
A ver quien no está de acuerdo.
El primer ministro australiano, John Howard, dijo el miércoles a los musulmanes que quieran vivir bajo la Sharia islámica que se marchen de Australia; en unos momentos en que el gobierno se encuentra aislando a posibles grupos radicales que podrían en un futuro lanzar ataques terroristas contra el pueblo de esa isla-continente.
Asimismo, Howard despertó la furia de algunos musulmanes australianos cuando dijo que ha dado todo su apoyo a las agencias de contrainteligencia australianas para que espíen en las mezquitas que hay en la nación.
'Los que tienen que adaptarse al llegar a un nuevo país son los inmigrantes, no los australianos', expresó con firmeza el mandatario. 'Y si no les gusta, que se vayan. Estoy harto de que esta nación siempre se esté preocupando de no ofender a otras culturas o a otros individuos. Desde el ataque terrorista en Bali, hemos experimentado un incremento de patriotismo entre los australianos'.
'Nuestra cultura se ha desarrollado sobre siglos de luchas, pruebas y victorias de millones de hombres y mujeres que vinieron aquí en busca de libertad', agregó Howard.
'Aquí hablamos inglés fundamentalmente', dijo el primer ministro en un momento de su enérgico discurso. 'No hablamos árabe, chino, español, ruso, japonés ni ninguna otra lengua. Por lo tanto, si los inmigrantes quieren convertirse en parte de esta sociedad, ¡que aprendan nuestro idioma!'
El mandatario continuó diciendo que la mayoría de los australianos son cristianos. 'Esto no es un ala política ni un juego político. Se trata de una realidad. Se trata de hombres y mujeres de ascendencia cristiana que fundaron esta nación basándose en principios cristianos, lo cual está bien documentado en todos nuestros libros. Por lo tanto, es completamente adecuado demostrar nuestra creencia en las paredes de nuestras escuelas. Si Cristo les ofende, entonces les sugiero que busquen otra parte del mundo para vivir, porque Dios y Jesucristo son parte de nuestra cultura'.
'Toleraremos vuestras creencias, pero teneis que aceptar las nuestras para poder vivir en armonía y paz junto a nosotros', advirtió Howard. 'Este es nuestro país, nuestra patria, y estas son nuestras costumbres y estilo de vida. Permitiremos a todos que disfruteis de lo nuestro, pero cuando dejeis de quejaros, de lloriquear y de protestar contra nuestra bandera, nuestra lengua, nuestro compromiso nacionalista, nuestras creencias cristianas o nuestro modo de vida. Os recomiendo encarecidamente que aprovecheis la gran oportunidad de libertad que teneis en Australia. ¡Aquí tenéis el derecho de iros a donde más os convenga!'
'A quienes no les guste cómo vivimos los australianos', prosiguió Howard. 'Tienen la libertad de marcharse. Nosotros no los obligamos a venir. Ustedes pidieron emigrar aquí, así que ya es hora de que acepten al país que los acogió'.
... Con dos cojones.
Al final si encontré algo:
Un emigrante de Somalia llega a España y es inmediatamente trasladado a Madrid.
Su primer día, decide salir a ver los alrededores de su nueva ciudad.
Andando calle abajo por una de esas del barrio de Lavapiés, para a la primera persona que ve y le dice.. gracias señor español por permitirme estar en este país donde me han dado piso y comida gratis, seguro medico y educación gratis, gracias.
La persona sonríe y le responde, ¡lo siento, pero yo soy lituano!
El somalí continúa calle abajo y encuentra a otro que caminaba en dirección opuesta. Le dice- señor español, gracias por este país tan bello que es España.
La persona le responde- ¡lo siento, no soy español, soy rumano!
El nuevo emigrante continúa su camino y para a la siguiente persona que ve en la calle. Le da la mano y dice- gracias por esta España tan maravillosa.
La persona dándole la mano le dice- ¡muy bien pero yo no soy español, soy marroquí!
El somalí continúa su camino y finalmente ve a una señora bien vestida que le viene al encuentro y le pregunta ¿?es Ud. española??
La mujer sonríe y le dice- ¡no, yo soy ecuatoriana!
Extrañado y confuso, el somalí pregunta a la mujer- ¿y dónde están los españoles?
La ecuatoriana le mira de arriba abajo con curiosidad y le responde- ¡probablemente currando!